Ocho años después de su aparición en el mercado, Kia ha lanzado una nueva generación del Sorento, su todoterreno de mayor tamaño en España. La renovación es total: abandona la estructura de largueros por un chasis monocasco; en el exterior se plasman con acierto las nuevas señas de identidad de la marca, ya vistas en recientes modelos como el cee’d o el Venga (el coche es más agradable a la vista); en el interior se mejora un tanto el nivel de calidad percibida; bajo el capó estrena un interesante motor diésel con 197 CV; y en el plano dinámico la firma coreana se ha esmerado por mejorar el comportamiento en carretera, ya que la anterior generación pecaba de rumorosidad, una potencia algo justa y, sobre todo, muchos balanceos en curva. Eso sí, sus aptitudes como todoterreno nato se han visto algo mermadas. Estrena un sistema de tracción total -conectable automáticamente- con el que se pierde la reductora, aunque seguimos contando con un botón junto al volante para activar el bloqueo del diferencial.
Durante nuestros días de prueba hemos conducido el Sorento en tráfico urbano y también realizamos un viaje de ida y vuelta a Asturias, con unas condiciones climatológicas bastante adversas, por cierto. En ambos casos, el salto de calidad que ha experimentado el coche en el apartado dinámico es elogiable. La firmeza de las suspensiones elimina de un plumazo el excesivo balanceo de la carrocería del que pecaba el modelo que le precede y la nueva tracción ayuda en esta tarea. En resumen, el Sorento es un poco más urbano y algo menos campero: aunque ha perdido ciertas aptitudes ‘off-road’, ahora pisa mejor sobre el asfalto. Para ello, los ingenieros mantienen la suspensión delantera independiente (ahora tipo McPherson), al tiempo que han abandonado el eje rígido trasero, apostando por un centro de gravedad rebajado (la altura libre al suelo se ha disminuido en 19 milímetros con respecto al anterior modelo) y han trabajado para que la dirección sea más comunicativa y tenga un mejor tacto. El resultado es evidente: si en la anterior generación podíamos hablar de poca estabilidad en el paso por curva, en la nueva entrega hemos podido comprobar que el Sorento pisa muy bien a la hora de trazar y transmite una mayor seguridad.
Pasemos al motor, que es totalmente nuevo. Se trata de un bloque 2.2 con cuatro cilindros en línea e inyección directa que, como decíamos, rinde 197 caballos a 3.800 rpm, con un par motor de 421 Nm a 1.800 rpm. Lo que más nos ha gustado es que, si se conduce con cierta moderación en carretera, es posible mantener unas cifras de consumo más que aceptables para un coche de estas características. Después de cinco días al volante, la aguja del combustible se estancó en 7,4 l/100 km, una cifra que, aunque algo lejana de los 6,6 oficiales que anuncia Kia, nos parece destacable para una carrocería que pesa más de 1.800 kilos y esconde un motor con 2.200 c. c. Ello, unido al aquilatado precio que propone la firma asiática en esta nueva entrega (la gama parte de 26.356 euros), hacen que el Sorento nos parezca un vehículo recomendable para quien esté buscando un coche de estas características.
Lo hemos probado con el acabado intermedio ‘Active’, que ya nos parece suficientemente abundante en cuanto a equipamiento, destacando un enorme techo de cristal (una de sus secciones incluso se puede abrir) que permite una luminosidad óptima para el interior. La presentación del habitáculo está mejor cuidada que en la anterior generación. Nuestra unidad contaba con siete plazas -opción que tan sólo cuesta 500 euros-, lo que restaba algo de capacidad a un maletero que cubica 531 litros con ellas plegadas (si no las usamos están escondidas bajo el piso, dejando un plano de carga totalmente liso). Eso sí, al desplegarlas, el espacio para el equipaje resulta insuficiente. En cuanto a confort, aunque estas últimas dos plazas son algo testimoniales y están enfocadas a personas de baja estatura, la segunda fila cuenta con un espacio suficiente para que puedan viajar dos adultos, incluso tres si no son demasiado voluminosos. El túnel de transmisión no molesta en demasía y en estos asientos hemos encontrado una altura aceptable así como una anchura destacable.
Una vez sentados al volante, encontrar la posición óptima para conducir es tarea fácil, gracias a los reglajes manuales de nuestro asiento, que además cuenta con unos respaldos lo suficientemente duros como para que un viaje de casi cinco horas termine sin dolores de espalda. El cuadro de instrumentos se ubica tras el volante y, aunque está bien orientado, nos ha parecido un pequeño fallo que el botón para cambiar el menú del ordenador de a bordo emerja de uno de los relojes, lo que a un zurdo -como el que escribe- le obliga a soltar el volante a mano cambiada.
Pero ser mejor en carretera pasa factura a la hora de salir al campo, puesto que el nuevo sistema de tracción total conectable no está tan enfocado a salvar situaciones exigentes fuera del asfalto. Nos ha parecido que el control de tracción es demasiado intrusivo a la hora de negociar obstáculos. Eso sí, contamos con ayudas prácticas, como el control de velocidad en descensos (el coche pone el piloto automático a 8 km/h); y también tenemos bajo el maletero una rueda de repuesto de tamaño normal.
FICHA TÉCNICA:
Kia Sorento 2.2 CRDi Active
Motor y transmisión
Tipo: Diesel. Inyección directa common rail. Cuatro cilindros en línea. Turbo de geometría variable.
Cilindrada: 2.200 c.c.
Potencia: 150 CV 4.000rpm.
Par máximo: 421 Nm entre 1.800 y 2.500 rpm.
Cambio: Manual de seis velocidades.
Prestaciones y consumos
Velocidad máxima: 190 km/h.
Aceleración de 0 a 100 km/h: 9,6 segundos.
Consumos: Urbano: 8,6; Extraurbano: 5,4; Medio: 6,6 litros/100 km.
Emisiones de CO2: 174 gr/km.
Impuesto de Matriculación: 9,75%
Dimensiones
Largo: 4.865 mm.
Ancho: 1.885 mm.
Alto: 1.755 mm
Distancia entre ejes: 2.700 mm.
Ángulo de entrada:
Maletero: 531-1.546 litros
Deposito: 70 litros
Peso: 1.835 kg.
Cotas de todoterreno
Ángulo de entrada: 25,1 grados.
Ángulo de salida: 23,1 grados.
Ángulo ventral: 17,1 grados.
Altura libre: 184 mm.
Precio: 33.500 euros