Mini Countryman, explora nuevos caminos

La gama Mini se ampliará en septiembre con la llegada del Countryman, un modelo que gracias a sus 4,1 metros de longitud, casi 1,8 de ancho y 1,56 de alto ya no es un utilitario parco en sus dimensiones.

El recién llegado apuesta por el concepto ‘crossover’, aunque sin renunciar a la inconfundible estética Mini. La principal novedad reside en las dos puertas laterales para permitir un acceso cómodo a dos adultos, aunque también varían de forma evidente el techo, unos pilotos más voluminosos y unos faros que abandonan la forma redondeada que vemos en el resto de los Mini.

En su interior encontramos una banqueta trasera o dos asientos individuales a los que se puede optar sin sobreprecio. Tanto en un caso como en otro podemos desplazar la banqueta de forma longitudinal y el respaldo en inclinación, lo que mejora el confort en un coche que ya ofrece un buen espacio para las piernas. Delante mantiene las formas típicas del salpicadero, aunque entre los dos asientos ya no aparece una consola central, sino un raíl que recorre el habitáculo hasta las plazas traseras para que podamos organizar a nuestro antojo pantallas de video, posavasos, teléfonos móviles, etc.

En el momento de su lanzamiento se podrá elegir entre tres motores de gasolina y dos diésel. El más asequible es un One con motor 1.6 que entrega 98 CV y tarda sólo 11,9 segundos en pasar de 0 a 100. Partiendo de la misma cilindrada, el Cooper alcanza 122 CV que le permiten pasar de 0 a 100 en 10,5 segundos y rodar a 190 km/h, mientras que el Cooper S alcanza 184 CV para el registro de aceleración en 7,6 segundos y tiene una velocidad punta de 215 km/h.

El maletero dispone de una capacidad de 350 a 1.170 litros

Respecto a los diésel, el One D gasta sólo 4,3 l/100 km. y alcanza 170 km/h gracias a su motor de 90 CV, mientras que el Cooper D, que eleva sólo una décima más el consumo medio, entrega 112 CV y puede rodar a 185 km/h.
Todas las versiones excepto el One D pueden llevar cambio automático de seis velocidades y cuentan con indicador de marcha recomendada y función Auto Stop-Start. Lo que sólo veremos en Cooper S y Cooper D, aunque en opción, es un sistema de tracción total que envía el 100% del par al tren delantero (sobre superficies secas y a velocidad constante) o la mitad de la fuerza a cada eje si el piso se vuelve resbaladizo o el coche se encuentra en fase de aceleración. A ello se suma un control dinámico de la tracción con bloqueo del diferencial delantero que vendrá de serie en ambas versiones y será opcional con el resto de mecánicas.

Hemos podido conducir el Countryman Cooper S en un revirado trazado de pruebas situado en Viena y el modelo se ha mostrado ágil, capaz de recuperaciones muy enérgicas y con un eje posterior que parece anclado al asfalto. Si los responsables de Mini se proponían mantener sensaciones de conducción que recuerden a las de un kart, el efecto se ha conseguido por completo.

La lista de opciones permitirá personalizar el coche al gusto tanto en estética como en equipamiento. Estarán disponibles guarnecidos de distintos tonos, diferentes listones embellecedores y tapicerías de colores variados. Además, la marca ofrece varios equipos de audio y navegación, luces adaptativas con faros de xenón, llantas de aleación de hasta 19», un chasis rebajado 10 mm. o un techo solar de grandes dimensiones.

Los precios para España todavía están sin definir, pero en Alemania oscilarán entre 20.200 para el One y 27.900 para el Cooper S con tracción total.